La catástrofe humanitaria de Rusia tras la desintegración de la URSS.

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Miguel A. Montes

15 Enero 2008

En 1.990 tras el último Congreso del PCUS, se inició la reforma liberal de Gorbachov para convertir la economía planificada de carácter socialista en una economía de mercado capitalista (propiedad privada sobre la tierra, arrendamientos, conversión de empresas del estado en sociedades por acciones, venta de medios de producción, alquiler de pisos y almacenes, etc).

A pesar de sus limitaciones (desproporcionalidad en el desarrollo de los sectores, existencia de la economía mercantil en la circulación de los productos y el enorme peso de los gastos militares) la economía planificada soviética estaba dirigida principalmente a la satisfacción de las necesidades, mientras que su conversión en una economía capitalista sería dirigida para la obtención de la plusvalía, sin tener en cuenta las necesidades de la población.

La economía planificada de la URSS, siempre partía de las necesidades, cuantos biberones, cuantas camisetas para niños, cuantos coches, cuantas viviendas unifamiliares, cuanta ropa de invierno o deportiva, cuantos hospitales, cuantas escuelas, cuantos balnearios, etc, necesitarían los ciudadanos soviéticos. En función de las necesidades, tomando como punto de partida las previsiones de la planificación (número de nacimientos, número de deportistas, población por género y edades, etc.), se producían determinado número de productos, siempre con arreglo a las necesidades crecientes de las poblaciones de la URSS. Pero con la reforma liberal, y la conversión de la economía planificada, aún admitiendo sus errores, se pasaba a una economía en la cual no tenían cabida las necesidades de la población, ni los equilibrios territoriales de las repúblicas, sino la capacidad adquisitiva, la plusvalía y su circulación monetaria, catapultando el desarrollo desigual entre los pueblos de la URSS y destruyendo su vínculo económico, político e ideológico.

Es conocida la propaganda sobre las colas en la URSS, pues bien, la introducción de la economía capitalista acabaría con las colas a base de lanzar fuera del mercado a la mayoría de la población sin capacidad de compra, lo cual demostraba también el carácter ideológico de esa propaganda antisoviética.

La reforma de Gorbachov lo único que hizo fue acelerar la crisis económica que convirtió a la economía planificada con sus errores en una economía capitalista neoliberal que sin margen de error frenó todo el crecimiento económico anterior en todos los ámbitos de la economía, la población, la industria, la construcción, las infraestructuras viales, los productos básicos, la agricultura, la ganadería… Todo, absolutamente todo quedó destruido y paralizado como si una bomba de neutrones hubiera arrasado la economía.

La importación de productos extranjeros, incluso con un coste mayor, pasó a desplazar el desarrollo económico autóctono. En un espacio de tiempo muy corto el potencial técnico-industrial y de alimentación de la URSS que a mediados de los 80 la colocaba entre los 10 primeros países del mundo fue destruido.

Existe un trabajo muy exhaustivo sobre el tema (160) que es quizás el más completo sobre el impacto estadístico que ha supuesto para el pueblo ruso su incorporación de pleno al mundo capitalista. Aquí nos vamos a limitar a señalar y opinar sobre los datos y el impacto en los diferentes ámbitos, en la población, en el consumo de alimentos, el bienestar, la industria, la construcción y la agricultura, que ha supuesto en ratios de crecimiento comparativo entre dos épocas y dos economías diferentes. La Rusia socialista soviética (1.917-91) y la Rusia capitalista neoliberal (1.991-04).

La catástrofe demográfica

En la historia de Rusia desde 1.917 existen dos periodos similares que nos muestra una catástrofe demográfica sin precedentes en la historia contemporánea. El primer periodo abarca 1.941-49, durante el cual la población rusa pasó de 112 a 102 millones aproximadamente, donde la mortalidad superaba a la natalidad, debido a las consecuencias directas e indirectas de la guerra de invasión sobre los pueblos de Rusia y las secuelas que acarreó (genocidio civil, destrucción de la vida y el bienestar social general, etc).

El segundo periodo comprende entre 1.991-02, durante el cual la población rusa decrece de 150 millones a 143 aproximadamente. Sólo en el año 2.002 la población en Rusia se redujo en 865.000 personas. La causa de esta catástrofe no era una guerra, sino la conversión de la economía socialista en capitalista que creó las condiciones para la desaparición natural de la población, es decir, para que la mortalidad superara a la natalidad. Hay que decir que la demografía creció de forma imparable en el periodo de 1.950-91, de 102 a 150 millones de personas, con un crecimiento demográfico superior al millón por año. Con estos datos podemos concluir que la liquidación del Estado socialista soviético y el cambio de sistema social es un crimen comparable a la invasión de la URSS por el imperialismo nazi en cuanto a la capacidad de destrucción humanitaria. La reforma liberal supone un cambio que ha rebajado la esperanza de vida de más de 70 años en la época soviética de la década de los 80, a menos de 65 años en la actualidad.

Las causas sociales del aumento de la mortalidad son los cambios desfavorables en las condiciones de vida (ingresos, alimentación, vivienda, nivel de empleo…) y el deterioro del sistema de seguridad social (prestaciones, sanidad, pensiones, guarderías…), aumento vertiginoso de la turberculosis y otras enfermedades, disminución de las revisiones médicas preventivas en el trabajo, paralización brusca en la construcción de ambulatorios. La privatización de las empresas y la destrucción de los sindicatos ha llevado a la caída brusca de los sanatorios. Los inválidos y ancianos se encuentran en el desamparo, de 7.200 plazas de asilo y residencias en 1.990, se pasó a 900 en 1.996. La producción de tecnología médica y medicamentos ha descendido brutalmente, la producción de vitaminas descendió 11 veces y la de antibióticos más de 4 veces (1.991-02). En el mismo periodo la producción de electrocardiogramas bajó 10 veces. En guarderías y jardines de infancia desde 1.990 prácticamente se desmanteló suspendiendo su financiación. La industria de la alimentación infantil, necesario para el desarrollo fisiológico e intelectual de las personas, desapareció con la reforma, por ej., la fabricación de leche en polvo, necesaria a la alimentación de los bebes, al considerarse poco rentable disminuyó 60 veces en 10 años (1.990-99) debido a la privatización de los productos de alimentación infantil.

La catástrofe alimentaria.

Según la ONU y la FAO, la URSS en 1.985 formaba parte de los 10 primeros países con mejor tipo de alimentación en el mundo. La reforma liberal de 1.990 rompió el índice de alimentación establecido durante el sistema soviético, dando lugar a un déficit alimentario anteriormente impensable. Una causa del empeoramiento de la alimentación ha sido el brutal descenso de los salarios y pensiones de la población, reduciendo el peso de la cesta de la compra.

En 1.992, destacaba ya empeoramiento de la calidad de la alimentación, con respecto a 1.987, la compra de pescado supuso un 30% del nivel de consumo anterior, y la carne, aves y queso no superaban el 53%. Se constata una disminución galopante de los productos con proteínas e hidratos de carbono en la dieta de la población rusa.

Un problema es la alimentación de las mujeres embarazadas, más del 40% de las mujeres embarazadas sufrían de anemia durante el periodo (2.000-03). La causa, la deficiente alimentación durante el embarazo. Un trabajador ruso podía comprar 4 veces menos productos de alimentación que en 1.985, e incluso ¡¡¡2 veces menos que en 1.913!!!, el impacto de la regresión alimentaria supera hasta el tiempo de pre-gruerra de los zares.

La industria cárnica fue desmantelada. Tras el desarrollo intensivo de la producción de carne de cerdo tuvo lugar en la década de los 80, la reforma liberal de 1.990 llevó a la liquidación del sector con un brusco descenso en la producción por debajo de 1.960 en el periodo (1.994-02). Otra suerte parecida corrió la producción de artículos cárnicos semielaborados y embutidos, en la primera etapa de la reforma hasta el 2.003, la producción de semielaborados se mantuvo por debajo de 1.970, otro tanto la de embutidos hasta el 2.002, llegando a superar el nivel de producción de 1.970 en el 2.003. La producción de huevos cayó vertiginosamente (1.990-96) debajo de la de 1.975. La captura de pescado comenzó a caer a partir de 1.990, con niveles muy por debajo de 1.970 en el periodo comprendido entre 1.992-03.

La producción en masa de productos lácteos fue desmantelada por la economía capitalista. La liquidación de la economía planificada y la liberalización de los precios, ha hecho que la demanda de productos lácteos que durante la época soviética era alta, cayese en picado, convirtiéndose sus precios en inalcanzables para la mayoría de la población, mientras la carne vacuna aumentó su precio más de 1.300 veces durante 1.992-95, y el pescado lo hizo más de 4.100 veces, mientras los productos lácteos ácidos lo hicieron en más de 21.000. La producción de leche cayó en el 2.000 debajo del nivel de1.955, de 280 kg a 220 kg por persona, una regresión en toda regla.

Una gran parte de los productos son falsificados, la sal sin yodo se vende como sal yodada, con el vodka falsificado se envenenan millones de personas de las cuales cada año mueren decenas de miles (55.500 personas en 1.994). En 1.996 sólo 1/3 de la producción de vodka era legal.

El hundimiento del poder adquisitivo.

El bienestar se mide con la relación entre los ingresos del trabajo y los bienes de consumo o prestaciones sociales que se reciben a cambio. La liberalización de los precios disparó el déficit de productos y prestaciones a ratios impensables en la época soviética.

Bajo el capitalismo en países como EE.UU., Gran Bretaña, Italia, Japón y España, la clase obrera sabe bien que los artículos de primera necesidad son relativamente caros, el precio del pan, la leche, y la vivienda es más creciente, que el precio de los electrodomésticos, coches, motos, etc, es decir que los productos de lujo, que son relativamente baratos pero inalcanzables para la mayoría que debe destinar su salario principalmente a la vivienda y la alimentación.

En la URSS los productos básicos eran relativamente baratos, y los índices de desigualdad eran bajísimos, ya que los grupos con menores ingresos se acercaban a los más altos en los indicadores básicos del tipo de vida.

La reforma ha roto el esquema introduciendo la desigualdad entre las clases y grupos sociales. Los productos básicos de la población han crecido sin parar mientras que los de lujo se mantienen relativamente baratos con diferencia. En el 2.004 el precio del pan subió 5 veces más que el precio de un coche, y el viaje en metro 26 veces más, el tabaco subió casi 5 veces más (1.991-99), la aspirina subió 300 veces (1.991-95), etc.

Es evidente que con la liberalización de los precios, los productos básicos más demandados por la población son los primeros afectados por la inflación, son los que mayor plusvalía aportan al capital, y los que más afectan a la economía doméstica, ya que cualquier subida de la comida, el pan, la vivienda, e incluso el tabaco estrecha la capacidad de compra de los trabajadores, reduciendo el volumen de bienes básicos consumidos.

Respecto a 1.990 la capacidad adquisitiva de los salarios bajó en regresivamente hasta alcanzar un 50,4% menos en el 2.001. Esta regresión se hizo a costa de una ampliación geométrica de las desigualdades en la población rusa, con la formación de una capa de ricos que sólo supone un 1% de la población. La distribución de la riqueza social se polarizó, los ingresos no procedentes del trabajo se incrementaron en el periodo 1.990-95, pasando del 12,9% al 44% (ingresos de propiedades y actividades empresariales) mientras que los salarios cayeron del 74,1% al 39,3%. Como efecto de la conversión al capitalismo, en el 2.001, 40 millones de rusos (27,6% de la población) se encontraban por debajo del umbral de la pobreza.

La reforma también introdujo el desequilibrio territorial según los indicadores de bienestar. Si en 1.990 la diferencia de los ingresos medios entre las regiones de Rusia era de 3,5 veces, esta creció hasta alcanzar más de 16 veces en 1.997. Por ej. el ingreso medio en la región de Nizhni Novgorod pasó en el periodo 1.990-01 del 74,2% al 19,6% del ingreso medio en Moscú. A nivel intersectorial en el periodo 1.990-95 la diferencia del salario medio creció de 2,4 a 5,2 veces.

La vivienda es un buen indicador de bienestar. En 1.989 el 63,7% de las familias vivían en pisos unifamiliares, el 24% en casas y sólo el 6,1% vivían en pisos compartidos con más de 1 familia. Cada habitante disponía de 15,7 m2 de superficie media habitable. En la década de los 80 entre un 12% y un 17% de los que estaban en lista de espera, recibían su vivienda gratuita, a través del soviet municipal o el comité sindical de empresa, lo que suponía un ratio de renovación de vivienda cada 7 años. El pago de estas viviendas suponían el salario de 3 años y se podían pagar en 15 sin intereses o con intereses bajos. El 85% de las tarifas de los servicios y mantenimiento de la vivienda (agua, calefacción, luz, etc.) iban a cargo del Estado, tales gastos sólo suponían un 3% del salario.

En síntesis, bajo el periodo soviético el derecho constitucional de acceso a la vivienda con precios bajos estaba plenamente garantizado. Tras la reforma esta situación cambio bruscamente, los precios de los servicios de mantenimiento y servicios de la vivienda se han disparado una media de 2.300 veces (electricidad, agua, alcantarillado, calefacción, gas ciudad…), y los precios y alquileres de la vivienda se han disparado 4 veces (1.989-98).

Los servicios vacacionales (casas de descanso y centros turísticos) pasaron a ser inaccesibles, prueba de ello es que el número de personas que pasaron por tales servicios bajó de los 21 millones en 1.990 a poco más de 300.000 personas en el 2.003.

El declive de la industria y la construcción

La reforma liberal supuso la privatización de todas las empresas industriales. El siguiente paso fue la fragmentación de las grandes fábricas y combinados industriales. Si en 1.990 en la RSFSR funcionaban 26.900 empresas estatales que daban trabajo a 23,1 millones de obreros, en el 2.001 el número de empresas ya privadas se había multiplicado por 6 (155.000) y sólo daban trabajo a 13,3 millones de obreros, casi 10 millones menos.

Las inversiones realizadas en toda la industria durante el 2.001 se colocaron por debajo de las de 1.969. La profunda recesión de todos los sectores industriales ha reducido el grado de utilización de la capacidad de producción de las empresas del 87% al 37% (1.990-00) y ha causado el hundimiento de la base material y técnica de la producción y la pérdida de la calificación industrial del periodo soviético. Los medios de producción se han vuelto obsoletos, la investigación tecnológica ha sido desmantelada, y los antiguos obreros e ingenieros calificados se han jubilado.

Gracias a la introducción del capitalismo el crecimiento industrial se ha paralizado y su efectividad ha bajado en picado. Por ej., el sector energético afectado por la privatización y su posterior fragmentación, el índice de productividad cayó hasta 1.999 por debajo del nivel de 1.970 y a la mitad de 1.990.

Lo mismo pasó en la industria extractiva, si en 1.988 se extraían 4.300 toneladas de petróleo por trabajador, en 1.998 la dinámica fue de 1.050 toneladas. La fragmentación del complejo estatal y su entrega a manos privadas del sector más rentable de la economía soviética ha conducido a la caída de la efectividad del sistema productivo en 4 veces. Esta brusca caída afecta al consumo interior, si en 1.985 se disponía de 356,7 millones de toneladas, en el 2.003 sólo se disponían 107,3 mill. de toneladas de petróleo para consumo interno. Comparativamente los EE.UU. disponía de 10 veces más potencial.

La producción de acero en sólo 10 años (1.988-98) bajó a la mitad, y en el 2.003 todavía se encontraba por debajo del nivel de 1.970.

La producción de maquinaria, sector indispensable para la renovación de la base tecnológica de la industria, fue degradada. Durante el período 1.991-99 la producción de maquinaria ya había bajado 6 veces. La producción máquinas-herramientas de corte y torneado de metal se redujo 10 veces en el periodo 1.990-99. El porcentaje de máquinas-herramientas de alta precisión cayó desde el 22,8% en 1.989 hasta el 1,3% en el año 1.999, y el de líneas de producción automáticas para metales y construcción de maquinaria cayó en más de 25 veces. El complejo agroindustrial en fabricación de tractores, maquinas de cultivo de plantas, equipamentos de ganadería, componentes y repuestos de maquinaria, en el periodo 1.990-99 se redujo en casi 13 veces. En el año 2.000 las cosechadoras de importación abarcaron el 25% del mercado ruso, con un precio superior a 4,4 veces a las de fabricación nacional, es decir con un coste imposible de sufragar para mantener la producción agraria a gran escala.

Con la disolución de la URSS, la industria rusa redujo las garantías para el suministro de materias primas procedentes de otras repúblicas y viceversa. Por ej., la industria textil perdió su capacidad por la falta de suministro para la fabricación de tejidos y lana que procedían de otras repúblicas.

Otro capítulo es la producción de bienes de consumo. Es bien sabido que una de las críticas recibidas por el sistema de planificación era la desproporción existente entre el desarrollo de la industria ligera en comparación con industria pesada. Sin embargo ha sido la industria de artículos de consumo la que ha sufrido las peores consecuencias de la reforma liberal, al abrirse el mercado ruso a artículos de bajo coste del sudeste asiático, con los que era imposible competir. La liberalización del comercio exterior ha hundido la producción nacional de bienes de consumo. Por ej. la producción de calzado pasó de 385 mill. de pares en 1.990 a 33 mill. en1.997, la producción de ropa infantil se redujo en más de 50 veces en el mismo periodo.

En cuanto a la construcción, si en el último quinquenio soviético (1.985-90) fueron entregados en Rusia 3.452 mill. de m2 de vivienda, en el quinquenio capitalista de 1.996-00 la caída de la construcción de viviendas fue épica, y sólo pudieron ser entregadas 160 mill. de m2 de vivienda, 21 veces menos. También hay que destacar el carácter especulativo ya que la construcción de viviendas se ha polarizado territorialmente, mientras en Moscú creció un 18% en el periodo 1.990-02 en el resto de la Federación de Rusia ha caido 2,7 veces.

En infraestructuras, la construcción de carreteras bajó de 42.060 km en 1.990 a 5.539 en 1.997, en el mismo periodo la construcción de redes de agua potable, caliente y alcantarillado, etc., se redujo 7 veces.

El declive de la agricultura

Hasta la reforma liberal, el progreso de la agricultura era creciente, después en 1.999 la producción del sector agrícola sólo equivalía al 58% de la producción de 1.990.

El cambio del carácter de propiedad fue notorio, si en 1.989 las cooperativas agrícolas (koljoses y sovjoses) produjeron el 77,6% del valor de la producción y el resto lo representaban la producción particular auxiliar. En el 2.003 las parcelas familiares, con baja capacidad para mantener el nivel de producción anterior, acaparaban el 55,8% de la producción agrícola, y las empresas (haciendas privadas) producian el 39,7% del producto agrario.

En el periodo 1.990-03, la población ocupada en las empresas agrícolas (antes cooperativas) bajó de 7,5 mill. a 3,3 mill., y ello no fue ni por el crecimiento de la producción ni el aumento de la productividad, mas bien al contrario, ya que la superficie de siembra pasó de 112 mill. de hectáreas a 58 mill., y la producción de grano se redujo a menos de la mitad, la de patatas a 4,5 veces, de ganado y aves 3 veces menos, la leche se redujo 2,5 veces, de huevos un 27% menos y la producción de lana cayó 12 veces. Las cabezas de ganado vacuno bajaron de 45,3 mill. a 13,4 mill. y la de cerdo de 27,1 mill. a 8,1 mill.

Cuando desaparecieron los koljoses y sovjoses, los campesinos se refugiaron en sus parcelas personales. Mientras las producciones bajaban vertiginosamente en las empresas agrarias por la destrucción de las cooperativas y su conversión en propiedad privada, las parcelas familiares doblaron su tamaño, llegando a disponer en el 2.001 de 6,5 mill. de hectáreas, en las cuales durante el periodo 1.990-03, se acrecentó la producción de patatas un 75%, la de legumbres se triplicó, la producción de ganado y aves se mantuvo estable, la producción de leche creció un 30%, la de huevos se redujo ligeramente, y la producción de lana se redujo más de 1 vez.

Esa conversión de la agricultura rusa de gran producción en masa a producción en pequeñas parcelas familiares, redujo brutalmente la capacidad productiva en el campo, ya que las pequeñas unidades de producción eran incapaces de mantener el nivel alcanzado por la agricultura soviética, y en su conjunto la producción estaba muy por debajo del nivel alcanzado en 1.990.

No sólo el cambio del carácter de la producción, con la privatización de las tierras, sino también la liberalización de los precios provocaría la crisis agraria en dos sentidos, una en la caida brusca de la demanda de productos de alimentación por la población, y otra el aumento de los precios industriales de la maquinaria y los materiales que necesitaban las empresas agrícolas, con la pérdida de capacidad de compra para maquinaria y tractores. Si en 1.986 habían 1,4 mill. de tractores en servicio, en el 2.001 eran 514.000. Ello a su vez ha causado la descomposición del potencial científico-técnico y productivo en la fabricación nacional de maquinaria agrícola. En el periodo 1.990-01 el volumen de producción en la industria de maquinaria agrícola (tractores, máquinas para ganadería, componentes y piezas de repuesto…) se ha reducido 13 veces. También aumentaron el precio de los fertilizantes y abonos, si en 1.990 fueron abonadas 2/3 partes de la tierra cultivada, en 1.993 la parte abonada se redujo al 25%, lo que supone una regresión rápida en la tecnología agraria. De esta manera si en 1.989 sólo el 1% de cooperativas agrarias fueron deficitarias, en plena economía capitalista en 1.997 las empresas deficitarias eran el 82%, y en el 2.003 el 50,2%.

Las infraestructuras de la agricultura se colapsaron. Si en 1.990 fueron construidos 28.300 km de caminos, necesarios para transportar el producto agrícola, esta bajo a 300 km por año desde 1.998. Otra suerte corren las instalaciones (almacenes, hangares, silos, edificios, locales para ganado, etc.) las cuales prácticamente han cesado.

Otra catástrofe es la destrucción de ganado, ya en la época de la colectivización agraria, la lucha de clases en el campo con el sacrificio de ganado por los kulaks, redujo el número de ganado vacuno de 37,7 mill. de cabezas a 21,4 mill. (1.928-33). En la época de la reforma liberal (1.990-02), sin guerras ni desastres naturales, el número de cabezas de ganado vacuno ha caido en 34 millones (más del doble que durante la colectivización), quedando poco más de 26 mill. de vacas. Otro tanto ha sucedido con el ganado porcino pasando de 40 mill. en 1.989 a 16 mill. en el 2.003. Las ovejas y cabras han bajado de 64 mill. a 16 mill. en el mismo periodo. La producción láctea se colocó en el 2.000 por debajo de los niveles de la década de los 50. La catastrofe es de tal envergadura que Rusia posee menos ganado que en 1.916 (en plena guerra mundial) y que en 1.923, tras 8 años de guerra.

Otro aspecto poco conocido durante la época de la perestroika era la ayuda que la agricultura recibía en los países capitalistas avanzados a través de los subsidios. En la URSS ese apoyo se daba por la planificación de los precios (maquinaria y precios de venta de los productos agrícolas). Este tipo de ayuda era tildado como muy costoso y poco eficiente. No obstante, la agricultura soviética recibía una ayuda incomparablemente menor que en los países capitalistas, por ej. las ayudas que recibía la agricultura en la UE durante 1.984-86 era 67 veces superior a la recibida en 1.988 en la URSS, y la de EE.UU. 13 veces, en los EE.UU. en el año 2.000 tales ayudas suponían el 40% de todo el producto bruto del sector. Además hay que sumar el proteccionismo estatal llevado en países de la UE, Japón y EE.UU. sobre sus productos agrícolas que cargan al consumidor. Con la reforma liberal de 1.990, el mercado ruso sería abierto a esos productos subvencionados en Occidente discriminando la producción nacional. En 1.992 el gobierno de Yeltsin compró 26,1 mill. toneladas de celeares a empresas rusas por un valor de 28 dólares/tonelada, y 28,9 mill. de toneladas de celeares a Occidente por un valor de 144 dólares/tonelada.

Uno de los objetivos en la construcción del socialismo es la superación de las diferencias sociales entre campo y ciudad, pues bien, si en la Rusia soviética los ingresos de los campesinos koljosianos suponían el 88% de los ingresos de los obreros industriales y funcionarios de la administración, en el año 2.001 apenas suponían el 14% con lo que las diferencias sociales campo/ciudad en cuanto a capacidad adquisitiva se ha ensanchado más de 6 veces bajo el capitalismo. En cuanto a la evolución de la construcción de escuelas, policlínicas, ambulatorios y centros culturales en el campo, se ha reducido de 191.000 unidades en 1.990 a 11.300 en el 2.003.

Tragedia de la contrarrevolución en Ucrania

Lo sucedido en Rusia es similar al resto de exrepúblicas soviéticas. Por ejemplo, Ucrania que era la segunda potencia económica de la URSS, tras la desintegración de la URSS se encontraba entre los países más desarrollados del mundo. Educación gratuita, sistema de salud de calidad y gratuito. Los precios de  alimentación, vivienda, transporte público seguían inamovibles en 50 años. Las tarifas del gas y la electricidad suponían unos céntimos. El desempleo, la inflación, los sin techo, los despidos, los créditos al 30% de interés, eran desconocidos.

En apenas 18 años Ucrania ha pasado a ser uno de los países más atrasados de Europa. La hecatombe humanitaria de la contrarrevolución capitalista se ha hecho sentir, si la población ucraniana era de 52 millones en 1.991, ahora son 46 millones, de los cuales 10 millones viven bajo el umbral de la pobreza, 3 millones de parados, 1,5 millones pasan hambre, 10 millones de jubilados cobran la pensión mínima, 200.000 niños viven en la calle, 1 millón de vagabundos, etc.

Conclusión acerca de la hecatombe rusa 

Esta breve en espacio y amplia en magnitud comparativa del desarrollo del sistema socioeconómico soviético con el sistema capitalista en la Rusia actual, nos dice varias cosas:

  1. La perestroika y la glasnot realizaron un buen trabajo de campaña ideológica para desacreditar la planificación soviética, campaña necesaria para desmovilizar las fuerzas sociales partidarias del socialismo. Todas las mentiras sobre la inutilidad de la industria y agricultura soviéticas iban dirigidas para poder aplicar sin resistencias el cambio de sistema social y pasar abiertamente al capitalismo.
  2. La reforma liberal de 1.990 fue la última de las reformas en la que ya se liquidaba todo resquicio de las relaciones y formas de propiedad socialista, legalizando la explotación, privatizando los beneficios, permitiendo la privatización de toda la economía estatal y cooperativa, sustituyendo la planificación de los precios por el libre mercado interno y exterior, con la liberalización de los precios y el aumento acelerado de la importación de productos y capitales extranjeros provenientes de EE.UU. y Alemania principalmente.
  3. El modelo de neoliberalismo pro-yanqui adoptado por la camarilla de Yeltsin fue el único modelo con capacidad para destruir la economía soviética, un modelo de capitalismo nacional era impensable para la restauración inmediata del capitalismo, ya que el imperialismo pasó a ser el dirigente de la contrarrevolución en todos los ámbitos de la vida política, social y económica de Rusia con la desintegración de los lazos políticos, ideológicos, económicos y comerciales que la unían al resto de repúblicas.
  4. Las consecuencias humanas de la restauración, reproducen por su envergadura las idénticas secuelas que Marx nos denunciara en El Capital cuando nos describía el lado inhumano del capitalismo, sediento de plusvalía que destila lodos de sangre por todos sus poros. Prueba de ello es que el la acumulación de capital se ha cobrado un nuevo genocidio en el pueblo ruso sin guerras, igualando los muertos durante la Gran Guerra Patria.
  5. A pesar de las dificultades, los errores en la construcción de la URSS, e incluso el revisionismo del XXº Congreso y la perestroika, la planificación soviética dió a los pueblos de Rusia y el resto de repúblicas una civilización, que en lo humanitario (demografía, niveles de bienestar) en lo económico (potencial agrario, industrial, tecnocientífico) y en lo social (estrechamiento de las desigualdades sociales, intersectoriales y territoriales) que a fecha de hoy son inalcanzables, impensables y recordadas con mucha amargura y nostalgia.

Fuentes consultadas:

El libro blanco de Rusia. Las reformas neoliberales 1.991-04. Serguei A. Batchikov, Serguei I. Glasev, Serguei G. Kara-Murza, Ed. El viejo Topo.

Una horrorosa tragedia de la contrarrevolución en Ucrania. Denis Necheporuk.

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