27 de abril de 1978: REVOLUCIÓN DE SAUR Hace 38, Afganistán se transformaba en una República Socialista.

Nota de la Red: Otro hilo de AlOtroLadoDelMuro  https://twitter.com/_ju1_/status/614494425335615488 y https://twitter.com/_ju1_/status/725055786804744192 sobre la República Democrática de Afganistán (1978-1992) que fue aplastada por las fuerzas contrarrevolucionarias armadas y financiadas por el imperialismo yanqui y los orígenes del yihadismo actual.

Al final del hilo dos artículos que explican el contenido y la trayectoria histórica de una república laica, las conquistas sociales, y las fuerzas reaccionarias internas e internacionales que se le oponían:

-EL AFGANISTÁN SOCIALISTA (1978-1982). AFGANISTÁN COMO NUNCA TE HAN CONTADO.

-LAS RAÍCES DE LA GUERRA DE AFGANISTÁN (VICENÇ NAVARRO)

 

27 de abril de 1978, triunfo de la Revolución de Saur (según calendario persa) Revolución de Abril (según calendario gregoriano). Afganistan abría de par en par las puertas al socialismo.

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27 de abril de 1978. Revolución de Saur Afganistán pasa a ser una República socialista, atacada desde el primer día

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VIDEO | Imágenes de la Revolución de Saur en Afganistan en 1978.

Aprovechando que a todos hoy os interesa ISIS y el islamismo, hablemos del lugar donde Occidente empezó a engendrar a la bestia: AFGANISTAN

Si hoy os hablo de Afganistan, pensaréis en burkas, en un país atrasado, etc. Pero hubo un tiempo en el que no fue así.

Pero hubo un tiempo en que no fue así, gracias a una revolución socialista. La Revolución de Saur. abril de 1978.

La primera bandera del Afganistan socialista fue esta (1978-1980:

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La segunda bandera de la República Democrática de Afganistán (1980-1992):

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El primer gobierno de Taraki del PDP: – Eliminó la usura – Decretó la igualdad hombre-mujer – Se abolió la «compra de mujeres» – Mercado laboral

Se inició, en todo Afganistan, un programa de alfabetización. Para mujeres y hombres. Foto de 1979, aldea afgana

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Las mujeres afganas podían, por fin, ser libres, así como todas los humildes en Afganistan.

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De hecho, la revolución de Saur NUNCA contó con apoyo soviético. Fue una revolución hecha por y para los afganos en 1978.

Sin embargo, desde el minuto 1, contó con opositores: poderosos perjudicados x la eliminación del cultivo de opio por el Gobierno comunista

Porque una de las medidas de Taraki fue esa: eliminar el cultivo del opio, que mataba a muchos afganos y europeos (heroína)

EEUU y Pakistan armaron y financiaron a los insurgentes, la mayoría fanáticos islamistas. La CIA aprobó armarles en julio de 1979 

Y entonces Afganistan tuvo que pedir apoyo a la URSS, que entra en escena a finales de 1979. DESPUÉS del apoyo de la CIA a los muyahidines

2 meses después de la Revolución de Saur, 3 de julio de 1978, EEUU aprobaba la OPERACIÓN CICLÓN para armar a fundamentalistas en Afganistan (Nota de la Red: se constituyeron tres grupos contrarrevolucionarios: los terratenientes agrícolas, los líderes religiosos y los traficantes de opio).

La entrada de tropas de la URSS no se daría hasta un año y medio después: Los medios occidentales SIEMPRE omiten este dato. SIEMPRE.

Abril de 1978: Revolución de Saur Julio de 1978: EEUU autoriza armar a fundamentalistas anti-Saur Dic. de 1979: Tropas URSS en Afganistan

De hecho, a la burocracia soviética la Revolución de Saur no le hizo nada de gracia. La Revolución de Saur fue pura y originalmente AFGANA.

Reagan, en 1982, reunido en Washington con islamistas radicales afganos que combatían al Gobierno socialista afgano

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El nombre del apoyo de la CIA a los rebeldes (uy, que cosas) afganos yihadistas se llamaba «Operación Ciclón»

Empezó la guerra, pero, pese a ello, la RPDA siguió con sus reformas, entre ataques, atentados con bombas y crímenes de los amigos de EEUU

De hecho, los secuestros y ejecuciones empezaron ya ahí. Estos dos soviéticos fueron decapitados en los años 80

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Al mismo tiempo que Reagan se reunían con los verdugos de esos dos ejecutados. Los islamistas afganos. Los muyahidín

Y Hollywood dedicaba sus películas a los que ya tenían las manos bien manchadas de sangre afgana: (RAMBO)

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Diréis «Joder, de que cosas me estoy enterando» Y yo digo: «No esperarás que te las cuente Antena3, ¿verdad?» 🙂

Manifestación del 1 de mayo en Afganistan. Años 80. Imágenes hoy impensables, con EEUU allí

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Izquierda: Obrera en una fábrica. Afganistan. Años 80. SOCIALISMO Derechas. Mujeres en Kabul, hoy, con EEUU/OTAN

Estudiantes en la Universidad de Kabul, Afganistan. Años 80. Durante la etapa socialista.

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Islamistas a los que se tildaba de heroes en la prensa occidental. Entrevista a Bin Laden en la prensa (años 90)

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Recordemos a Pilar Bonet intoxicando desde EL PAIS en los 80 Gobierno comunista: REGIMEN Yihadistas: OPOSITORES 

15.1

Imagen de Kabul, 1990, retiradas las tropas de la URSS. Afganistan luchaba solo contra islamistas armados por EEUU

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Esta es Kabul en 1993, tras ser tomada por los yihadistas amigos de EEUU, hasta ese momento

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Nada más entrar los islamistas, amigos de EEUU y Pakistan, todo esto fue barrido de Afganistan del mapa, para volver al Medievo. 

Se cortaron las manos a mujeres por llevar las uñas pintadas, se anularon los divorcios y toda la legislación favorable a la mujer.

Las bibiotecas fueron saqueadas. Eso hicieron los amigos de EEUU en Afganistan, como hoy en Siria

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Najibullah, último presidente comunista le ofrecieron huir o vivir si firmaba un tratado favorable a Pakistan (amigo de los taliban y EEUU)

Najibullah, último presidente comunista rechazó huir ni firmar nada. Fue asesinado y su cuerpo vejado y torturado

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Y todavía, hoy, tenemos que recibir lecciones de los partidarios del capitalismo sobre rechazo al yihadismo. ¡ME CAGO EN LA HOSTIA!

Margareth Thatcher en 1981 a los fanáticos islamistas que luchaban contra el Afganistán socialista «Los corazones del mundo libre están con ustedes».

No olvidar nunca. Nunca.

Brzezinski, jefe de la CIA y asesor norteamericano, da un discurso a los islamistas fundamentalistas afganos en Pakistan en 1978 «Vuestra causa es justa». De aquellos polvos, estos lodos.

La criminal Clinton, en 2013. «Nosotros ayudamos a crear AlQaeda en Afganistan para luchar contra los comunistas»

 

(Nota de la red: aunque las tropas soviéticas abandonaron Afganistán en 1989, la guerra continuó 3 años con el PDP en el gobierno con apoyo popular. Incluso tras la contrarrevolución que consumó la desaparición de la URSS, el PDP continuó en el gobierno un año más, a pesar de no recibir armas para defenderse de los contras muyahidines apoyadas por EE.UU., Pakistán y Arabia Saudí. Tal y como ocurrió con la IIª República en España, la falta de armas fue la causa de que la contrarrevolución venciera el conflicto militar).

Medidas tras la Revolución de Saur afgana del 27 de abril de 1978: – Fin de la usura – Reparto de tierra – Alfabetización – Estado laico.

Medidas tras la Revolución de Saur afgana del 27 de abril de 1978: – Igualdad jurídica de la mujer – Divorcio – Acceso a cargos y trabajos

Mujeres afganas en armas. Revolución de Saur del 27 de abril de 1978.

13.1

Algunas medidas tras el triunfo de la Revolución de Saur en Afganistan en 1978. #Socialism

13.2

Cartel afgano convocando a un acto por el 38º aniversario de la Revolución de Saur.

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Dato: El Afganistán socialista aprobó el divorcio UN AÑO ANTES que la «España demócratica» de la transición, de la que tanto presumen

27 de abril de 1978: Revolución de Saur: Fue educación, alfabetización y cultura. Para hombres y mujeres.

IZQUIERDA: Mujeres en el Afganistan socialista, años 80 DERECHA: Mujeres en el Afganistan de la OTAN en 2016

Algún día, ojalá no muy lejano, los responsables de robarle el futuro a miles de mujeres y hombres afganos, lo paguen. ¡MALDITOS CRIMINALES!

Protesta anti-EEUU contra la injerencia de Reagan en el Afganistán socialista, años 80.

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Manifestación en Kabul (Afganistán) 1979. #Socialism

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Afganistan, 1979. Marchas de apoyo a Taraki y la Revolución de Saur. (Nota de la Red: EE.UU. alentó un golpe militar contra el gobierno del PDP que tuvo lugar brevemente en 1979 durante el cual asesinaron a Taraki antes de que militares del PDP recuperaran el poder).

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Campesino recibiendo títulos de propiedad (Afganistán socialista) Soldados de EEUU vigilando cultivo opio (2012)

Una de las medidas del Afganistán socialista de Taraki fue prohibir el cultivo de opio: Ese opio inundaba Europa de heroína en los 70 y 80

Hoy, EEUU y la OTAN garantizan que el opio sea cultivado en Afganistán. La extensión de su cultivo ha llevado a la miseria a muchos afganos

Superficie cultivada de opio en Afganistán Un 300% más desde la llegada de EEUU y la OTAN (FUENTE: ONU)

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Revolución de Saur en Afganistán 27 de abril de 1978. La reacción se escandaliza: los comunistas deshonran a las mujeres por enseñarles a leer!!!

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Documento: OPERACIÓN CICLÓN: Intervención de EEUU en el Afganistán socialista nacido en Saur. 3 de julio de 1978 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=169098

El mismo sistema educativo es eurocentrico. Apenas se estudia la Historia de países como Afganistán.

La revolución de Saur y su combate por Occidente y el islamismo ultra sigue influyendo en nuestro presente: miles de refugiados son AFGANOS

Si la revolución de Saur y el socialismo hubieran vencido, no habrían salido 9 millones de afganos. Serían 4 y las TV abrirían con ello

.@A3Noticias diría. Una familia de afganos huyen del régimen comunista de Afganistán. Obama pide al régimen que cese la represión BLA BLA

Lo del tema del opio puede parecer una gilipollez, pero lo que pasaba en Afganistan en los 80 condicionaba a miles de jóvenes europeos

Los muyahidines se financiaban con opio. Ese opio acababa, gracias a EEUU, en Europa, en forma de heroína, destrozando a jóvenes en los 80

Miles de jóvenes españoles caían como moscas con heroína que circulaba por las calles. Esa heroína provenía de zonas «rebeldes afganas»

De hecho, la URSS y el Afganistán socialista -que había prohibido el cultivo de opio- solían bombardear los campos de opio.

Y en España la heroína INTERESABA que circulase. Estas noticias de la prensa de los 80 no eran CASUALES.

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Ni era casual cosas como esta: heroína que venía del Afganistan controlado por yihadistas amigos de EEUU en los 80

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La heroína (opio) servía doblemente al capitalismo. Armaba a los yihadistas aliados de EEUU y aniquilaba a jóvenes obreros en Europa

De hecho, EEUU está en Afganistan hoy – No para luchar contra el «terror» – No para democracia Está PARA GARANTIZAR EL CULTIVO DE OPIO

Suena fuerte, pero es así. Mirad los datos de su cultivo desde 2001, mirad donde vigilan los militares otanistas. ¿Libertad? ¡JA!

Cuando piensas como ha retrocedido Afganistán desde 1978, el vertedero en el que lo han convertido….

GRÁFICA | Producción de opio en Afganistán 1980-2004

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Esta gráfica es aplastante: PRODUCCIÓN DE OPIO en Afganistán y resto del mundo (1979-2014). Sin comentarios

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Únicos años que la producción de opio desciende son 1980, 1984, 1995 y 2001. Los dos primeros, los periodos de éxitos militares de la RSA

En 1995 y 2001 el descenso se debe a problemas de contabilización porque en ambos periodos cambia el gobierno por invasión.

La historia, caprichosa. Un 27 de abril de 1978 triunfaba la revolución de Saur y un 28 de abril, de 1992, acababa el Afganistán socialista.

Un yihadista, criminal de guerra, «el Carnicero de Kabul», aliado en los 80 y ahora amnistiado y amigo de EEUU/UE

Afganistán perdona los crímenes del ‘carnicero de Kabul’ https://www.eldiario.es/theguardian/Afganistan-atentados-terroristas-carnicero-Kabul_0_561694182.html

Cuando leo estas noticias, no puedo dejar de pensar en la información de los tweets de aquí arriba y tener una mezcla de rabia, ira, asco y vergüenza. Occidente creando pozos negros para la humanidad, pozos que un día brillaron

La extrema pobreza lleva a muchas familias en Afganistán a vender a sus hijas. “Así se vende por dos euros una niña-esposa en Kabul” http://www.elmundo.es/internacional/2017/11/29/5a0edb8f268e3e28098b45f9.html

Afganistán antes de que EEUU les liberase de su «opresión Soviética» mediante la financiación de los talibanes.

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Milicianas afganas alistadas para defender la República Socialista contra los yihadistas afganos armados y financiados por Estados Unidos. 1989. Foto de Stuart Franklin

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Dos imágenes de mujeres durante la República socialista afgana nacida de la Revolución de Saur. Hoy la TV vende como un logro que una mujer allí pueda conducir por primera vez en años.

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EL AFGANISTÁN SOCIALISTA (1978-1992). AFGANISTÁN COMO NUNCA TE LO HAN CONTADO 

http://jsmutxamel.blogspot.com.es/2015/09/el-afganistan-socialista-1978-1992.html

Si te hablo de Afganistan, seguramente, la primera imagen que llegará a tu mente será: Burka, país atrasado, país cuasimedieval, pobre y lleno de miseria, ocupado militarmente por la OTAN. Recordarás a Al-Qaeda, el 11-S y a Bin Laden. Un país donde la vida tiene que ser un infierno, de hecho, parte de los refugiados que llegan en este momento a Europa son de allí: 14 años después el país ocupado por EE.UU es una cloaca de miseria, opresión y pobreza.

Sin embargo, con toda probabilidad, desconozcas que hubo un pasado donde Afganistan consiguió liberarse de las cadenas de la Edad Media y entrar en la Edad Contemporánea como una locomotora. Donde ese país, hoy atrasado, superaba en algunos aspectos, que luego veremos, a la España de aquella época: El Afganistan Socialista.

Esa explosión de avances llegó gracias a la Revolución de Saur, una revolución popular que estalla gracias a la acción de los comunistas afganos. Tras la represión desencadenada por el régimen anterior, la Revolución cuaja en abril de 1978 y triunfa. El nombre de la Revolución de Saur le viene del nombre persa del mes, por lo que también se le llama La Revolución Roja de Abril.

El gobierno marxista de Taraki inició un programa de amplios cambios en la sociedad afgana. Para empezar, eliminó la usura (de la que se beneficiaron once millones de campesinos), inició una campaña de alfabetización (por primera vez en las escuelas se enseñó en las lenguas nativas de los alumnos y también asistían mujeres), implantó una muy radical reforma agraria, separación total de la Religión y el nuevo Estado (que, en virtud de la Ley, pasaba a ser constitucionalmente laico), eliminó el cultivo del opio, legalizó los sindicatos y estableció una ley de salario mínimo para subir sueldos a los trabajadores y trabajadoras afganas. 

El gobierno de Taraki también promovió la igualdad de derechos para las mujeres: permiso de no usar velo si así lo deseaban, permiso de transitar libremente y conducir automóviles, abolición de la compra de mujeres, integración de mujeres al trabajo y a estudios universitarios, así como a la vida política con cargos públicos.
Los comunistas afganos tomaron medidas para sacar al Pueblo del atraso y la miseria. En un primer momento distribuyeron tierra a 250 mil campesinos, abolieron todas las deudas contraídas por los campesinos con los terratenientes, liberaron 8 mil presos políticos, declararon la educación universal para ambos sexos. 

La tasa de mortalidad infantil de menores de 5 años pasa de 380 en 1960 a 300 en 1988; el 80 % de la población urbana accede a servicios de salud; el 63 % de los niños y niñas realizan integramente el curso escolar en 1985-87; la esperanza de vida pasa de 33 años en 1960 a 42 en 1988. Centenares de miles de personas son alfabetizadas. Se aumenta en un 50 % el número de médicos, se duplica el total de camas en los hospitales; se crean por primera vez jardines de infancia y casas de reposo para los trabajadores.

El gobierno comunista se esfuerza en sacar a las mujeres del tremendo atraso y opresión que sufren: el analfabetismo femenino es reducido del 98 al 75 % y miles de mujeres afganas dejan de usar el chador. Se incorporan a la producción e integran los destacamentos populares de defensa de la revolución con las armas en la mano. Los afiliados del PDPA que practican la poligamia son expulsados del partido. Incluso se incorporan a la vida política: las mujeres son una décima parte de la militancia del PDPA, cifra insuficiente pero que es un gran avance en comparación con la exclusión absoluta que sufren hoy bajo el régimen de los talibanes. La vicepresidenta de la Unión de Mujeres Democráticas Safika Razmiha declaró en 1988:»si no se logra la igualdad de la mujer en nuestra sociedad, es imposible avanzar por el camino del progreso social. Muchos miles de mujeres afganas aún están encerradas en los harenes, millones ocultan su rostro bajo el chador y el 75 % de ellas son analfabetas. La revolución afgana realiza un ingente trabajo para emancipar a la mujer. Pero la correlación de fuerzas es todavía favorable a los atrasos feudales».

Afganistan permitió el divorcio, curiosamente, un año antes que España, gracias a la Revolución de Saur. En 1980

EEUU decide declarar la guerra a la Revolución de Saur, junto a sus aliados: Pakistan y Arabia Saudi 

Estados Unidos vio la situación como una oportunidad única para debilitar a la URSS, y el movimiento esencialmente marcó el final de la era de la distensión iniciada por el ex Secretario de Estado Henry Kissinger. En 1978, los estadounidenses comenzaron a formar insurgentes y establecer emisiones de propaganda para Afganistán desde Pakistán. A principios de 1979, oficiales estadounidenses comenzaron a reunirse con los líderes insurgentes para determinar sus necesidades. De acuerdo con el entonces Consejero de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinski, la ayuda de la CIA a los insurgentes en Afganistán fue aprobado en julio de 1979.

Brzezinski dijo que la ayuda a los muyaidines, que se inició bajo la administración Carter con la intención de provocar la intervención soviética, fue impulsado de manera significativa en la administración Reagan

¿Invasión de la URSS? 

Cuando se habla de este hecho histórico en la bibliografía o en los medios de comunicación, se le califica de “invasión de Afganistán” o “invasión soviética”, equiparándolo con episodios que protagoniza la URSS en Hungría (1956) o en Checoslovaquia (1968). Nada más lejos de la realidad. La URSS no invade Afganistán, sino que interviene tras recibir la petición por parte del Consejo Revolucionario. Esto explica que la intervención en Afganistán no despierte el mismo descontento que años atrás produjo la invasión del Pacto de Varsovia en Checoslovaquia.

De hecho no hay que olvidar dos datos: La Revolución de Saur se produce en 1978 y la entrada de tropas soviéticas es el 7 de diciembre de 1979, habiendo ya EE.UU empezado a financiar a los «rebeldes»

Y otro dato: La República socialista afgana SOBREVIVIÓ a la caída de la URSS durante meses, sin ayuda y luchando sola contra sus enemigos. La URSS desaparece en diciembre de 1991 y Kabul no es tomada hasta un año después, lo que demuestra la existencia de un apoyo importante y notable por parte de la población, teniendo en cuenta que de 1988 a 1992, la RPDA luchó sin más ayuda que la de su propio Ejército y las milicias comunistas.

Apoyo abierto por parte de EEUU a los islamistas, entre los cuales acabará naciendo Al-Qaeda 

EEUU no dudó, con el apoyo de Arabia Saudi, en financiar y armar a los «freedom figthers» Como en Siria y Libia ha pasado en los últimos años, EEUU no tuvo problema en apoyar a gente que, sumidos en un feroz fanatismo islamista, obedecían y servían a los poderes que les financiaban

Reagan se reunía con ellos cómodamente en la Casa Blanca en el año 82.

La misma AlQaeda tiene el origen de su nacimiento en Afganistan, algo que ha sido reconocido por la misma Hillary Clinton

En 1981 se producen secuestros similares de ciudadanos soviéticos como estos. Fueron ejecutados como hoy ejecuta ISIS a sus capturados. Entonces, los medios de prensa, a ese acto, igual que a los coches bomba, le llamaban «luchar por la libertad»

De hecho, Bin Laden era retratado en medios occidentales en los años 90 como un héroe de la libertad

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Con la complicidad de la prensa occidental, donde se vendia que eran «rebeldes» que luchaban contra un «régimen». De hecho, ya estaba allí «informando» la conocida periodista de EL PAIS, Pilar Bonet, denunciada por la intoxicación de sus artículos sobre Ucrania en 2014.

Seguramente os suene la historia, calcada de Libia y Siria =

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O en los años 80, cuando era una constante. (Curiosamente escrito por la misma tipa que hoy escribe crónicas desde Ucrania -Pilar Bonet-)
Los muyahidines eran «oposición armada»
Quienes les combatían, «régimen»

Por si fuera poco, incluso películas como RAMBO se dedicaban en Hollywood a esos simpáticos islamistas que luchaban por «la libertad» . Tras el 11-S, tuvieron la decencia de cambiarlo, claro, una vez sembrado Afganistan de fanatismo y muerte, intolerancia y guerra =

 

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…Foto de mujeres en Kabul tomada el año pasado. No es 1600, es 2013, tras la liberación del Afganistan de la Revolución Saur por los «freedom figthers» de EEUU y la «nueva liberación» de EEUU en 2001.

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Foto del asesinato del último presidente comunista de la RPDA por los «aliados» de EEUU.

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El día de ese suceso, EL PAIS publicaba un editorial llamado «Hijos de Occidente», alabando a los asesinos
http://elpais.com/diario/1996/09/29/opinion/843948006_850215.html

Cuando los «muyahidines» llegaron, además de cortar los dedos a las mujeres con uñas pintadas, y matar a muchas de ellas, después de violarlas con sadismo, junto a defensores del régimen socialista, fue quemar todo el esfuerzo puesto años atrás en hacer avanzar al país.

¿Qué pasó después?

La oposición, llamada en Occidente, incluso por la izquierda «de salón» RESISTENCIA, REBELDES, LUCHADORES POR LA LIBERTAD, que no es mas que un amasijo de 300 comandantes enfrentados entre si y acostumbrados a llenarse los bolsillos con los dólares de la CIA, termina en 1992 por derribar el gobierno comunista. Las conquistas sociales son liquidadas y el país pasa a un nuevo tipo de guerra civil entre los diferentes jefes tribales.

La CIA, el régimen saudí y el general pakistaní Nasrullah Babar forman un grupo integrista aún más fanático y brutal que toma el poder en Kabul en 1996, los talibanes. Los USA pretenden que este régimen no dificulte la instalación de oleoductos que transporten el petróleo centro-asiático a manos de las petroleras yankis. Otras vías alternativas por Irán y China no son posibles. Los talibanes hacen saber mediante dos gestos lo que va a ser su política: arrastran por las calles de Kabul y cuelgan al último presidente comunista, Najibullah, y ordenan a las mujeres a esconderse debajo de de una espantosa pieza de tela. El asesinato de Najibullah podía haberlo evitado él mismo: le ofrecieron salvarse si firmaba un documento favorable a Pakistan. Al no hacerlo, los lacayos de EEUU no tardaron tiempo el darle una muerte horrenda y terrible. 

Los antiguos amos de la CIA pensaron seguramente que su operación había tenido éxito y que Kabul «ya era libre». Poco imaginaban, y tampoco sus aliados de la OTAN, que los fanáticos integristas se iban a volver contra ellos colaborando, supuestamente, en los devastadoras atentados de EEUU y otros lugares.

El pueblo afgano tuvo una oportunidad de obtener un desarrollo pacífico y construir una sociedad más justa. La única ayuda que recibieron de Occidente fue las armas de los bandidos integristas, después las lágrimas de cocodrilo de algunas feministas pequeñoburguesas, los misiles de Clinton y un país sumido en la miseria en todas sus categorias clasificables.

Todavía, quienes tenemos memoria tenemos que aguantar noticias como «Una mujer conduce por primera vez en Afganistan» (Europapress, 2014), como si fuesemos IMBÉCILES y desconociésemos la historia. La Historia de un Afganistán libre, socialista, donde las mujeres podían ser y desarrollarse, donde los pobres y los humildes por fin tocasen con la punta de los dedos el poder y autogestionar sus destinos. 

Por desgracia, execrables y repugnantes intereses sembraron de muerte y pobreza Afganistan en nombre de la libertad: Como en Irak, como en Libia y como hoy en Siria. Debemos recordarlo, debemos tener memoria, pues si no lo hacemos, conseguiremos que vuelvan a matar, de nuevo, a todos y todas las valientes que en 1978 lucharon por un Afganistán mejor que da mil patadas a la cloaca creada por EEUU en 2001.

Los afganos, a pesar de todo, no lo han olvidado. Cabe señalar que una encuesta de Radio Kabul en 2008 preguntaba qué gobierno preferían los afganos: Un 93% dijeron que la República Socialista, recordando el periodo de prosperidad vivido en aquellos años que, de momento, parece que no volverán

BIBLIOGRAFÍA: 
http://www.marxist.com/destino-afganistan-socialismo-o-barbarie-es.htm
http://arqueohistoriacritica.blogspot.com.es/2013/10/afganistan-gloria-y-tragedia.html
http://www.theatlantic.com/photo/2014/08/the-soviet-war-in-afghanistan-1979-1989/100786/

Las raíces de la guerra de Afganistán. Por Vicenç Navarro

Publicado en la Revista Sistema Digital, 23 enero 2009

http://www.vnavarro.org/?p=686

El nuevo Presidente de EE.UU., el Sr. Barack Hussein Obama, ha indicado que una de sus intenciones es pedir a sus aliados de la NATO que aumenten su contribución a la guerra del Afganistán. De ahí la urgencia de que la población española esté informada sobre el origen de aquel conflicto. Por desgracia, la gran mayoría de los medios de información españoles han dado una versión sesgada de lo ocurrido en aquel país.

La primera vez que Afganistán apareció en los medios de información españoles fue en los años ochenta cuando tales medios se refirieron a la intervención de EE.UU. para parar la invasión de aquel país por parte de la Unión Soviética. Afganistán corría el peligro de transformarse en una colonia más del imperio soviético, lo cual fue impedido por la intervención estadounidense en apoyo a las fuerzas de liberación que luchaban en contra de un gobierno títere, satélite del existente en la Unión Soviética. Esta es la versión más generalizada de lo que ocurrió en Afganistán en la década de los años ochenta y después.

La segunda vez que Afganistán apareció en tales medios fue cuando, menos de un mes después del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de Septiembre de 2001, las fuerzas armadas de EE.UU. atacaron el régimen talibán existente en aquel país, provocando su caída y sustitución por un gobierno, nombrado en la práctica por el gobierno federal de EE.UU. Hasta aquí la versión oficial, reproducida en los medios de información y persuasión españoles. Tales versiones, sin embargo, (y muy en particular la primera) no se corresponden con la realidad. Y es de una enorme importancia y urgencia que se corrija tal versión, dando a conocer la historia real de aquellos hechos. Existen varios libros que han informado críticamente de la versión de los hechos promovida por los medios de persuasión e información dominantes en EE.UU. y Europa. Entre ellos destaca el informe Afganistán, Another Untold Story, de Michael Parenti, publicado en Znet.

¿Qué pasó en Afganistán?

Afganistán, uno de los países más pobres del mundo, estuvo regido hasta la década de los años setenta por un sistema feudal en el que el 75% de la tierra era propiedad del 3% de la población rural. Era un sistema basado en una enorme explotación, causa de la enorme pobreza de su población. Pero donde hay explotación suele haber también resistencia. Y en los años sesenta las fuerzas opositoras a aquel régimen feudal (gobernado por una monarquía) establecieron el Partido Democrático Popular (PDP) que lideró la resistencia que forzó el derrocamiento de la Monarquía en 1973, siendo ésta sustituida por un gobierno que fue, además de ineficaz, corrupto, autocrático y poco popular. El PDP había tenido la fuerza para exigir la destitución y abdicación del Rey pero no había tenido la suficiente fuerza para cambiar el régimen. La insatisfacción con el régimen, sin embargo, alcanzó tal nivel que en el año 1978 hubo gran número de movilizaciones populares que forzaron la dimisión del gobierno. Y parte del Ejército no resistió tales movilizaciones. Antes al contrario, las apoyaron, estableciéndose así el primer gobierno popular dirigido por el PDP y liderado por un poeta y novelista nacional, Noor Mohammed Taraki, (el García Márquez de Afganistán). El PDP fue el partido gobernante que inició gran número de reformas incluyendo la legalización de los sindicatos, el establecimiento de un salario mínimo, una fiscalidad progresiva, una campaña de alfabetización, y reformas en las áreas sanitarias y de salud pública que facilitaron el acceso de la población a tales servicios. En las áreas rurales, facilitó el establecimiento de cooperativas agrícolas. Una reforma que también tuvo un enorme impacto fue la de favorecer la liberación de la mujer, abriendo la educación pública a las niñas además de a los niños, y facilitando la integración de la mujer al mercado de trabajo y a la universidad. Como escribió el diario San francisco Chronicle (17 de Noviembre de 2001) “bajo el gobierno PDP, las mujeres estudiaron agricultura, ingeniería y comercio en la Universidad. Algunas mujeres tuvieron puestos en el gobierno y siete de ellas fueron elegidas al Parlamento. Las mujeres conducían coches, viajaban libremente y constituían el 57% de los estudiantes universitarios”. El profesor John Ryan de la Universidad de Winnipeg, experto en economía agrícola y conocedor de Afganistán ha indicado que la reforma agraria iniciada por aquel gobierno tuvo un enorme impacto en el bienestar de las poblaciones rurales. Tal gobierno eliminó también el cultivo del opio (Afganistán producía el 70% del opio consumido para la producción de heroína).

Ahora bien, tales reformas generaron unas enormes resistencias por parte de aquellos grupos cuyos intereses estaban siendo afectados negativamente. Entre ellos, tres grupos dirigieron la oposición. Uno fueron los terratenientes propietarios de grandes explotaciones agrícolas; el otro fueron los líderes religiosos, que se opusieron por todos los medios a que las mujeres se emanciparan; y un tercer grupo fueron los traficantes de opio. En ayuda de tales grupos vinieron Arabia Saudí, el estado fundamentalista que aporta ayuda a los fundamentalistas islámicos; el Ejército del Pakistán, temeroso que las reformas afganas contaminaran a las clases populares del propio Pakistán y, como no, el gobierno federal de los Estados Unidos.

¿Por qué el gobierno federal de EE.UU.?

Hay que subrayar que incluso la CIA, la agencia de espionaje del gobierno federal de EE.UU. había reconocido el carácter popular y autónomo del PDP y nunca (durante el periodo que tal fuerza política batalló en contra del régimen feudal) se refirió al PDP como “agente de Moscú”. Era plenamente consciente que tal fuerza política respondía a una demanda propia que tenía su propia independencia y autonomía. A pesar de ello, y antes de que la Unión Soviética interviniera en Afganistán, el gobierno federal de EE.UU. estaba financiando las fuerzas extremistas y fundamentalistas afganas que estaban intentando sabotear las reformas que el gobierno PDP (incluyendo las escuelas públicas en las zonas rurales que educaban a las niñas). El señor Brzezinski, del Consejo Nacional de Seguridad del Presidente Carter, ha admitido que el gobierno estadounidense financió a las guerrillas extremistas que realizaron tales actos de sabotaje, quemando, por ejemplo, las escuelas públicas. Es más, el gobierno federal de EE.UU. alentó un golpe miliar en contra del gobierno PDP que tuvo lugar brevemente en 1979 y que asesinó a Tarak y a miles de dirigente del PDP antes de que militares próximos al PDP retomaran el poder.

La hostilidad del gobierno federal de EE.UU. hacia las reformas del gobierno PDP se basaba, en parte, en la oposición del gobierno de EE.UU. hacia la nacionalización de la tierra y otras intervenciones que entraban en conflicto con el ideario del gobierno federal estadounidense, reformas que, además, contaban con el asesoramiento de técnicos procedentes de la Unión Soviética. El gobierno de EE.UU. estaba preocupado por la posible expansión de la influencia soviética. Detrás de tal apoyo había un anticomunismo fundamentalista, reflejado en la figura de Brzezinski (un polaco anticomunista fundamentalista), que consideraba que el objetivo fundamental de la política exterior de EE.UU. debiera ser eliminar la influencia de la Unión Soviética en el mundo, a costa de lo que fuera, incluyendo a costa de apoyar algunas de las fuerzas más retrógradas y reaccionarias existentes en el mundo, como eran los fundamentalistas musulmanes afganos.

La alianza de EE.UU., Arabia Saudí y Pakistán era enormemente poderosa y amenazaban la continuidad del gobierno del PDP. De ahí que el gobierno pidiera ayuda a la Unión Soviética, ayuda que fue rechazada en varias ocasiones, hasta que por fin, el gobierno de la URSS aceptó enviar fuerzas armadas en ayuda del Ejército Afgano (leal al PDP) que estaba en contra de las guerrillas fundamentalistas de Mojahidden (Islamic guerrilla fighters) apoyadas por EE.UU., Arabia Saudí y Pakistán.

La entrada del Ejército Soviético en Afganistán

Por fin, en 1979, el gobierno de la Unión Soviética aceptó la petición del gobierno PDP de enviar tropas en ayuda del ejército en contra de aquella movilización de fuerzas internacionales que estaban cuestionando su estabilidad y viabilidad. En parte esto era también lo que deseaba el gobierno federal de EE.UU. pues inmediatamente se tomó tal invasión como excusa para movilizar el mundo musulmán en contra del apoyo de la URSS a un gobierno lacio, progresista y deseoso de modernizar el país. EE.UU. y Arabia Saudí, las fuentes de la reacción, gastaron 40 billones de dólares en apoyo de los Mojahidden, a los cuales se unieron 100.000 musulmanes fundamentalistas procedentes del Pakistán, Arabia Saudí (incluido Bin Laden), Irán y Argelia, armados y asesorados por la CIA.

Diez años más tarde las tropas soviéticas abandonaron Afganistán. La guerra, sin embargo, continuó tres años, período en el que el gobierno PDP continuó siendo popular, y ello a pesar de los enormes destrozos de la infraestructura del país, resultado de la gran hostilidad de la alianza reaccionaria. Incluso después del colapso de la URSS, el gobierno continuó gobernando un año más, a pesar de no recibir armas que pudiera utilizar para defenderse de las fuerzas extremistas apoyadas por los gobiernos de EE.UU., Arabia Saudí y Pakistán. Una vez más, tal como ocurrió en la República Española, la falta de armas fue la causa de que la oposición venciera aquel conflicto, iniciándose un gobierno de los Mujahidden que iniciaron una enorme represión, pillaje, con ejecuciones en masa, cerrando las escuelas públicas, oprimiendo a las mujeres en campañas de violación sistemática, destruyendo las zonas urbanas. En un informe de Amnistía Internacional del 2001 esta acusó a los Mujahidden de “violar sistemáticamente a las mujeres como manera de aterrorizar a las mujeres y a la población, y como recompensa a las tropas”. El gobierno inició de nuevo el comercio del opio, con la ayuda de los servicios de inteligencia paquistaníes y de la CIA (que trabajaron conjuntamente, en apoyo de los mujahidden) convirtiendo Afganistán en el mayor productor de heroína del mundo. Varias de las fuerzas militares Mujahidden dejaron Afganistán y fueron a luchar a Algeria, Chechenia, Kosovo y Cachemira iniciándose así la red terrorista en defensa del fundamentalismo musulmán.

Una fracción de los Mujahidden fueron los talibanes, el grupo más fundamentalista de tal alianza, que por su fanatismo, disciplina y crueldad se impusieron acabando con gobernar amplias zonas del país y por último tomaron el poder. Prohibieron la música, las escuelas, la educación lacia, las bibliotecas y cualquier síntoma de modernización. Establecieron orden, ejecutando a todos aquellos que creaban desorden desde oponentes políticos a ladrones comunes. Impusieron las Burkas como vestimenta a las mujeres y prohibieron a los hombres que se afeitaran. Mujeres fueron privadas de derechos, incluido el de educarse, y aquellas que fueron consideradas inmorales eran apedreadas y quemadas vivas. Por otra parte terminaron las violaciones de las mujeres por los Mujahidden y también la producción de opio. Este gobierno talibán contó con el apoyo del gobierno federal del Presidente Clinton. Según Ted Rall (“it is about oil”. San Francisco Chronicle. Nov.2, 2001), el gobierno de EE.UU. pagó hasta el año 1999 el salario de los funcionarios talibanes y no fue hasta el año 2001, cuando a raíz del ataque a las torres gemelas, que el presidente Bush -a fin de movilizar el apoyo de la población estadounidense al bombardeo de Afganistán- denunció el tratamiento de las mujeres en Afganistán. Más tarde, incluso la señora Laura Bush se convirtió en feminista y denunció tales abusos. El 11 de Septiembre significó el fin de la alianza talibán-U.S. y la caída del gobierno talibán sustituido en Diciembre 2001 por otra facción pro-US de los Mujahidden que inició la lucha contra los talibán. La producción de opio apareció de nuevo.

Una pregunta que exige respuesta es ¿cómo podía EE.UU. apoyar al gobierno talibán, sabiendo de su apoyo a Bin Laden y al grupo de terroristas (que había sido financiado en su origen por EE.UU.)? ¿Cómo es que el gobierno talibán nunca había sido declarado “un gobierno que apoyaba el terrorismo”? Una de las razones es que de haber hecho esto hubiera significado que las compañías pretolíficas estadounidenses no pudieran haber firmado un acuerdo con el gobierno talibán para construir un oleoducto que permitiera el transporte del petróleo de Kazajstán y Turkmenistán al Océano Índico. En realidad, el apoyo hubiera continuado de no haber ocurrido el 11 de Septiembre. Y desde entonces la historia es bien conocida.

En todo este proceso, se ha olvidado de que si se hubiera permitido que el gobierno PDP hubiera hecho las reformas que el país necesitaba, no habría habido “invasión” soviética de Afganistán, no habría habido guerra de Afganistán, no hubiera habido Bin Laden y Al Quaeda y no hubiera habido un 11 de Septiembre. Y es esta precisamente la verdad que se oculta. La historia habría seguido otros derroteros. Probablemente habría surgido Al Quaeda, pero el lugar y el formato habrían sido diferentes. En el fondo del conflicto está la resistencia del gobierno federal de EE.UU. (y sus aliados y muy en especial Arabia Saudí), y su oposición a las reformas progresistas y laicas. Ni que decir tiene que existen otras causas de la existencia del terrorismo islámico. Pero esta resistencia hacia las reformas necesarias y urgentes lideradas por grupos laicos y progresistas es una de las causas más importantes. La oposición a la enorme explotación que existe en el mundo musulmán se ha canalizado a través de fuerzas enormemente reaccionarias en las que el fundamentalismo religioso se ha promovido para parar las movilizaciones populares laicas que habrían reducido y eliminado tal explotación.

 

 

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